"1763 constituye una fecha clave en la historia de esas colonias. Los tratados de París que pusieron fin a la Guerra de los Siete años,liquidaron el imperio colonial francés en favor de Inglaterra que recibió entre otras cosas Canadá y las tierras del oeste hasta el Mississipi.
La expansión colonial inglesa había sido resultado del desarrollo del capitalismo y de la fuerza expansiva de la burguesía inglesa, que necesitaba campos de inversión, y multiplicar la actividad comercial.
El crecimiento del sector industrial, que devino "revolución",replanteó los términos del colonialismo,exigiendo una explotación más racional de las posesiones americanas;productoras de materias primas, consumidoras de la industria metropolitana y de productos no ingleses- Inglaterra se reservaba la intermediación-, fuente de recursos fiscales,por lo que se descargaría sobre ellas el costo de las guerras, de la administración colonial y de las nuevas empresas de expansión.La política imperial cambiará sustancialmente, y prepara- entre 1763 y 1774-el terreno a la revolución emancipadora."
Palabras de Lord Dunmore, gobernador de Virginia, en 1772.
"La experiencia me ha enseñado que tanto las autoridades establecidas de todos los gobiernos de Norteamérica como la política del gobierno de la metrópoli son insuficientes para sujetar a los norteamericanos,y que estos obrarán siempre por los dictados de su codicia y su inquietud.No arraigan en ningún sitio;tal parece que tienen en sus venas el espíritu del vagabundo;y tan mentecatos son, que siempre se imaginan que las tierras lejanas han de ser mejores que aquellas en que ya están establecidos. Y para entrar en mejor detalle (...) en esta colonia se han publicado proclamas de tiempo en tiempo para retenerlos;pero empujados desde su más tierna infancia por hábitos y sentimientos muy distintos de los que adquieren en Inglaterra personas de condición análoga, no toman posesión de una vasta extensión de territorio, y lo mismo les da que esté deshabitado o que sirva de refugio a unas cuantas tribus dispersas de indios.Tampoco es fácil hacerles comprender que hay que cumplir las obligaciones permanentes de los tratados celebrados con aquellos pueblos, a quienes consideran poco distintos de las criaturas brutas." (p.10)
En 1756 a 1763 la deuda Nacional en Inglaterra fue creciendo estrepitosamente, entre otros motivos por los gastos de mantenimiento de los establecimientos de América del Norte y fue por eso que el Ministro de Hacienda, George Grenville,gravó a las colonias para multiplicar los ingresos y las fuentes de los mismos, los impuestos fueron multiplicados en gran forma.
"La Ley del Azúcar (1764), que respondía a esta finalidad, gravaba la melaza y azúcar refinada, materias primas y textiles no británicos,y prohibía el próspero comercio con las colonias francesas y holandesas de las Indias Occidentales, a las cuales recurrían los comerciantes e industriales del norte para importar melazas y fabricar ron. Esta ley, fue acompañada de medidas preventivas;los infractores serían llevados ante el Tribunal del Vicealmirantazgo,y se prohibía la emisión de papel moneda como forma de pago legal,debiendo abonarse el impuesto en metal.
También se incluyó en el "Catálogo" de productos coloniales,la madera,cueros,pieles,hierro en barra y lingotes,etc,lo que significaba su inspección y gravámen en Londres, antes de ser reexplotados." (p.11)
En el año 1765 estaba la Ley de Acuartelamiento,para asegurar el cumplimiento de todas las medidas antes dichas, "establecía una fuerza de 6000 hombres son carácter permanente, atendida en alojamiento y provisiones por las autoridades civiles coloniales,lo que significaba que los gastos recaían sobre los colonos."
"La Ley de sellos o de Timbres, constituyó el primer impuesto directo sobre las colonias. Su finalidad era atender la defensa, protección y seguridad de esas tierras,y gravaba periódicos, folletos, papeles, licencias, cuentas, letras, pagarés, anuncios, almanaques, contratos de arrendamiento, documentos legales, naipes, etc. De esta forma se esperaba recaudar unas 60.000 libras anuales,frente a las 45.000 que proporcionaba la Ley del Azúcar.
La nueva política colonial, quebraría la supuesta armonía entre la metrópoli y sus territorios de ultramar, y escindiría profundamente a los hombres en uno y otro continente.
En Londres,la opinión pública y el Parlamento se hallaban divididos.Los Tories se manifestaron intransigentes, y buscaron ganarse al rey Jorge III, contrario a la Ley y que propuso derogarla.
Los Whigs miraban con simpatía a los americanos, por lo menos el sector de los "viejos whigs".
En la ley, los americanos vieron un atentado contra las libertades,como la de prensa y discusión política, y un prejuicio en especial a todos aquellos con negocios urbanos o rurales. El pago del impuesto debía hacerse en metal, y se establecían sanciones, en las que tendría competencia el Vicealmirantazgo a través de sus tribunales.
La Ley de Sellos, se hizo efectiva en noviembre de 1765, y provocó una reacción unánime entre abogados,periodistas,propietarios, comerciantes, y hasta el clero. Los americanos se organizaron a través de los "Hijos de la libertad", crearon organizaciones de resistencia, estimularon los lazos de solidaridad continental." (pp.11-12).
En una carta a Benjamín Franklin, Charles Thompson -comerciante radical de Filadelfia, escribía el 24 de setiembre de 1765 algunas reflexiones importantes a tener en cuenta.
"Las colonias esperan,y esperan con razón, que se tendrá alguna consideración para con sus libertades y privilegios, así como para el comercio. No pueden persuadirse, ni pueden comprender como Inglaterra podría esperar con justicia o razón que hayan enfrentado los horrores del desierto, soportado los horrores de los salvajes, y , al precio de su sangre y su tesoro, colonizando este país para gran emolumento de Inglaterra, y que después de todo eso, se sometan tranquilamente a ser privadas de todo lo que un inglés ha aprendido a amar.
No es solo por la propiedad por lo que luchamos. Nuestra libertad y nuestros privilegios más esenciales son atacados; se establecen sobre nosotros tribunales arbitrarios, y se nos priva de los juicios por jurados;la prensa está aherrojada, que no podemos contar con ella para quejarnos; un ejército de mercenarios amenaza con alojarse en nuestra tierra; las fuentes de nuestro comercio están paralizadas;y para completar nuestra ruina,la escasa propiedad que habíamos adquirido nos es arrebatada, sin siquiera permitirnos el mérito de cederla;realmente, yo temo las consecuencias.
El parlamento insiste en regir sobre todas las libertades y privilegios reclamados por las colonias, y por tanto exige obediencia ciega para todo lo que hace;si el comportamiento de las colonias no llegaran a cuadrar con estos designios soberanos (como mucho me temo que sucederá), que queda sino forzarlas a obedecer por violencia.La violencia engendrará resentimiento,y provocará actos jamás soñados; pero no anticiparé el mal;rogaré a Dios que lo aleje."
Berreta,A.(1980).Las Revoluciones Americanas (1774/1824).Tomo I:Las Revoluciones Norteamericanas y Haitiana. Ed. Ediciones de la casa del estudiante. Montevideo.Uruguay.
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