Thursday, September 10, 2015

La Época de Justiniano


El siglo fue para el Imperio Romano de Occidente un periodo de desastres casi continuos. Roma fue saqueada en el 410 por los visigodos, un pueblo germánico dirigido por Alarico y amenazada en el 452 por los hunos, ruda nación mongola, dirigida por su rey Atila, que murió de repente en el 453.

Los vándalos (germánicos) saquearon Roma por segunda vez, en el 455 y quedó casi como una ciudad –provincia.

En el 493 el jefe ostrogodo Teodorico arrebató Ravenna a Odoacro, líder de los visigodos, e intentó poner orden en medio del caos. Convirtió a Ravenna en la capital de su nuevo y efímero reino  de Italia y estableció allí su corte. Pero luego de su muerte en el 546, su reino desapareció y Justiniano I que reinó en el 527 -565 , accedió al trono del Imperio Romano de Oriente, que a partir de ahí podemos llamar Bizantino. Los gobernantes bizantinos aunque hablaban griego y eran los custodios de la cultura griega, se consideraban los herederos legales del Imperio Romano y se autoproclamaban romanos. Justiniano se dedicó a defender el imperio contra los hunos, los eslavos, los partos en el Este y en el Oeste defender a Italia de las vándalos y los ostrogodos.

Al igual que Constantino, Justiniano tuvo el control de la Iglesia en Oriente, especialmente con el dogma y la extirpación de las herejías; con los visigodos y los ostrogodos los obispos tenían cierta independencia  con respecto al poder secular y esa independencia estimuló el poder papal para imponer su supremacía, sobre todo el papa Gelasio I (492-496) que llegó a proclamar la supremacía de la Iglesia sobre el poder imperial.

En el 529 San Benito de Nursia fundó la gran orden que lleva su nombre, (la orden benedictiana) regida desde la abadía de Monte Casino, situada en el sur de Italia, se convirtió en el motor de la reforma y disciplina monástica, a la vez que asumió la responsabilidad de la transmisión de la herencia de los conocimientos clásicos de la Edad Media.

Ravenna.

Durante los años del reino ostrogodo y primeras épocas del gobierno bizantino Ravenna se enriqueció con nuevos monumentos eclesiásticos  que fueron construidos con ladrillo local y adornados con columnas de mármoles de colores. 

San Vital de Ravenna fue construida  entre los años 525-547, el mortero no se usó seguramente a causa de lo difícil que era conseguir madera  para los moldes y las cimbras en aquellas circunstancias políticas-económicas que caracterizaban la Alta  Edad Media. 
La Iglesia de San Vital tiene forma octogonal, uniformidad de sus paredes de ladrillo que se alzan hasta la cubierta del segundo piso, solo está interrumpida por los arcos de las ventanas y contrafuertes. La linterna octogonal central es sencilla, pero examinando bien las paredes interiores son las octogonales. El espacio central está rodeado, en la planta más baja por un deambulatorio y en la parte superior por una galería. En los ocho ángulos interiores del deambulatorio, poderosos estribos sostienen los arcos menores del deambulatorio y de la galería. Estos arcos son cóncavos con respecto al espacio central y forman a partir de él, algo así como ábsides transparentes; el octavo da lugar al presbiterio con su altar central. La linterna tampoco es octogonal, una especie de pechinas duplican el número de lados del tambor de 8 a 16.

Entrando a la iglesia a través del nártex, el fiel entra en el deambulatorio y luego en el espacio central complejo, amplio, pleno de luz, procedente de las ocho ventanas de la linterna. Las columnas son de mármol veteado y cada estribo está cubierto de mármol hasta el punto de arranque  de los arcos menores. Los capiteles son diferentes, tienen cestos  con una decoración inciso superficial a la base  de parras entrelazadas, posteriormente pintadas, lo que les da un aspecto más rico y complicado. Todas las piezas de mármol proceden de Oriente, donde Teodorico había pasado diez años de rehén.


Todo el presbiterio- ábside, paredes laterales, lunetas, jambas, arcos, 
bóvedas- están cubiertos de mosaicos de oro y brillantes colores. Los temas, procedentes del Antiguo Testamento, prefiguran el sacrificio eucarístico. Por ejemplo al mirar a través del presbiterio delante del altar, vemos en una luneta del arco, bajo los dos ángeles que llevan la cruz en un medallón de oro, dos escenas de la historia de Abraham. En la Izquierda Abraham, lleva  a los tres ángeles; en la derecha prepara al sacrificio a su hijo Isaac, que parece predecir el sacrificio de Cristo. Isaac aparece en la media cúpula del ábside, joven y sin barba, vestido con la púrpura y el oro imperiales, entronizando sobre el orbe celestial y flanqueado por dos ángeles de pie vestidos con túnica blanca, de los cuales uno representa a San Vital, y el otro al obispo Ecclesius. San Vital, eleva sus manos cubiertas por un paño bordado de oro, para recibir una corona de Cristo. El obispo Ecclesius, que empezó la construcción de la iglesia, sostiene en sus manos una maqueta de la misma, inexacta y deliciosa. De las rocas situadas al fondo brotan los cuatro ríos del paraíso. Las rocas, las flores, los ríos e incluso las figuras son muy convencionales. Bajo los pliegues de sus paños, pesados tubulares se esfuma la estructura corpórea  de las figuras, cuyos pies no parecen descansar en el suelo y cuya mirada está fijada en la lejanía como por encima y a través de nosotros. Cristo también parece estar suspendido y no sobre el suelo. La mayor parte de la obra se terminó antes de la conquista de Bizancio, en 1540.






En las paredes laterales del presbiterio hay dos mosaicos imperiales. A la izquierda del altar, el  emperador Justiniano, flanqueado por dignatarios, soldados y sacerdotes, a la derecha la emperatriz Teodora, en medio de sus damas que  contemplan serenamente  al espectador, mientras presentas sus ofrendas a Cristo, situado en la media cúpula superior, sin dirigir hacia él la mirada.
 Se ha tratado de relacionar esas escenas con las procesiones de Constantinopla, pero Teodora no participó de ellas.

 Justiniano y sus ayudantes están sobre un color verde pálido, sobre el fondo dorado. Tanto el cuenco como el cáliz está visiblemente vacíos y tanto Justiniano como Teodora nunca vieron Ravenna. 

Los rostros son retratos  muy ajustados, enviados seguramente desde Constantinopla. Tienen ambos un halo dorado con bordes rojos, como el de San Vital, aunque resulta que Teodora era cortesana, pero como emperatriz trató de erradicar la prostitución por considerarla degradante hacia la mujer.

 El emperador se presenta como vicario  de Cristo en la tierra, y la emperatriz como compañera por orden divina.


Teodora le salvó quince años antes, ya que Justiniano iba a huir para salvar su vida ante sus enemigos.

Teodora murió de cáncer en el 548.




Constantinopla.

Justiniano, luego de la revuelta del año 532 emprendió un ambicioso programa de reconstrucción de las iglesias en la devastada capital y, entre ellas, la basílica  de Santa Sofía  (Santa Sabiduría) que había sido incendiada hasta los cimientos. Llamó a matemáticos para la construcción de la iglesia y que no tuviera que ver con la basílica tradicional, ellos eran  Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto.

Su planta combina el eje tradicional típico de una basílica con una distribución de elementos centralizada. En los ángulos de un área de cien pies bizantinos cuadrados se elevan cuatro estribos de veintiún metros y medio de altura sobre los que se apoyan cuatro grandes arcos. Estos arcos están conectados mediante pechinas o triángulos esféricos cóncavos. Los extremos superiores de las pechinas se unen formando un círculo continuo sobre el que descansa, perfectamente encajada, la cúpula.

La cúpula se Santa Sofía tiene la forma de una semiesfera rebajada y está compuesta por cuarenta nervios que se unen en el centro. El crucero, de sección cuadrada, se prolonga en los lados este y oeste, mediante semicírculos que están cubiertos por semicúpulas, hasta las ábsides, agrupadas de tres en tres en torno de los semicírculos y coronados en semicúpulas más pequeñas, los matemáticos, lograron hacer las cúpulas con ladrillos unidos por los extremos.

Se accede al edificio por un nártex cubierto con bóveda de arista y a través de una puerta situada en el lado opuesto al ábside oriental, que cobijaba el altar. Las naves laterales y las galerías situadas sobre ellas también están cubiertas de bóvedas de arista.
Se levantaron enormes contrafuertes (masas de mampostería sólida), claramente visibles desde el exterior. Los minaretes fueron construidos después  por los turcos, convirtiendo la iglesia  en mezquita.

 Tiene una cantidad de ventanas que iluminan el templo, y tenían vidrios de color, hay una impresión de ingravidez.

El significado de la luz en Santa Sofía puede entenderse tan sólo en términos simbólicos. San Juan 1:4-9 “yo soy la luz del mundo”.

El templo dedicado a la sabiduría, que se creía manifestada en la virgen María, madre de Dios.

En cuanto a los emperadores vicarios de Cristo, no renunciaron a su esplendor sobrenatural.

Las mujeres y los catecúmenos confinados en las galerías, sólo podían tener una vista fragmentaria del vasto interior.

La iglesia fue terminada en el 537 después de sólo cinco años de trabajo, Justiniano dijo : “¡Salomón te he vencido!”

El empuje de la cúpula luego cedió y se hundió en el 558, la cúpula nueva se terminó en el 563 y era más alta que la original.



Extraído: 
Hartt, F. (1989). Arte.Historia de la Pintura.Escultura-Arquitectura. Ed. Akal. Madrid.

Tuesday, September 8, 2015

La Época de Constantino.


El Edicto de Milán supuso transformaciones, el cristianismo fue la religión oficial del  Estado aunque el emperador ha perdido el carácter divino, está consagrado, es el vicario de Cristo en la tierra.

La basílica paleocristiana.

Debido al incremento de fieles en el imperio surgió la necesidad de la construcción de grandes espacios cerrados. Constantino hizo donación al obispo de Roma, probablemente en el año 313, del palacio lateranense e hizo construir, muy cerca la catedral de Roma, San Juan de Letrán, cuyas obras se iniciaron posiblemente en el 313.

Se necesitaba un modelo para estos nuevos edificios, los cristianos no quisieron usar los templos paganos aun cuando fueran amplios, por considerarlos indignos y aborrecibles.

La solución fue la basílica romana, que había proliferado en todas las ciudades romanas. En principio no había uniformidad estricta  en cuanto al plano. Muchas de ellas, algunas muy grandes eran sencillas salas, carentes de naves laterales, la mayoría tenían acceso por uno de sus lados y ábsides en los extremos; pronto se llegó a la conclusión que el ábside era ideal para instalar la cátedra episcopal, reservado al clero. La primitiva mesa portátil fue sustituida por un altar fijo, que debía de ser bien visible y accesible a todos los fieles en el momento de comunión. La doble filas de columnas situada a ambos lados de la nave central, jugaba un doble papel, por un lado dramatizar la procesión de los fieles que se aproximan al altar y recibir la eucaristía y separar, mediante unas cortinas que colgaban entre columna y columna, a los catecúmenos de los bautizados que tenían el privilegio de presenciar la misa.

Las columnas sostenían una elevada pared en las que estaban abiertos muchos vanos, el techo generalmente era de madera. Se necesitaron muchas columnas por la cantidad de construcciones en la época de Constantino, se instalaron muchas columnas de otros monumentos antiguos, sin preocuparse por la unidad de estilo, ni color, ni tamaño; a veces se colocaban juntas columnas de mármol y de granito o capiteles corintios con jónicos y en otras ocasiones los capiteles eran muy grandes en relación a las columnas.

La Basílica de San Pedro fue la más grande en la época de Constantino y de toda la cristiandad. Difería de la mayoría por su tamaño y porque combinaba la basílica con el martyrium. 
El ábside albergaba como reliquia  la tumba de San Pedro bajo un dosel de mármol apoyado sobre cuatro columnas salomónicas de mármol. Se construyó perpendicularmente a la nave, un gran espacio, el transepto para facilitar el pasaje de visitantes y  antes del transepto se hallaba el arco triunfal, característico de todas las  basílicas cristianas.
El altar, situado en un lugar destacado de la nave, debía ser todavía transportable.Las columnas de diferentes colores y materiales servían de soporte para un entablamento recto.

La Basílica tenía naves laterales dobles separadas entre sí por arcos.
El edificio no estaba terminado cuando murió Constantino en el año 337.
No se sabe qué tipo de decoración mural tenía, los frescos que cubrían las paredes de la nave, cortados por los vanos, fueron realizadas en el siglo V.
 Ninguna de las basílicas del tiempo de Constantino se conserva en su estado original. La iglesia de San Pedro fue derribada tramo a tramo en la época del Renacimiento y reemplazada por un edificio nuevo.

El peregrino que llegaba ante la basílica de San Pedro, se encontraba con la pared exterior ciega del atrio- en realidad un gran patio porticado-, después traspasaba el nártex o vestíbulo y finalmente accedía a la nave decorada con columnas y frescos, muchas lámparas, ricos paños litúrgicos, vasos de plata y oro para la misa y contemplaba a los sacerdotes revestidos con maravillosos ropajes; nada recordaba la simplicidad de los primeros tiempos del cristianismo.



Basílica de San Pedro. Roma. 400 d.c


 La única que tiene el aspecto originario es Santa Sabina, excepcionalmente  el conjunto de sus columnas corintias tiene una gran unidad, aunque su procedencia fuera como de costumbre el expolio.

 La Planta central: Presenta variaciones según las necesidades, la finalidad del edificio y las tradiciones locales, también se utilizó una distribución diferente: el plano circular.

La iglesia paleocristiana circular generalmente estaba rodeada de un deambulatorio, necesario para las peregrinaciones y procesiones ceremoniales.

 En Santa Constanza la decoración original de mosaicos todavía se conserva en la bóveda del cañón deambulatorio, aunque ha desaparecido de la parte central de la iglesia. Las columnas geminadas de granito crean un intenso efecto de espacio centralizado, como los radios de un círculo, efecto que se ve acentuado por la curvatura del entablamento.
El Plano circular posibilita variantes, como su expansión por ábsides radiales en el siglo VI, o como su combinación con una basílica.




Planta de Santa Constanza. Hacia el año 350 d.c.Roma.

Mosaicos.

Al construir las nuevas iglesias se renunció a la arquitectura ornamentaría, tan cara a los romanos y casi a la escultura monumental.
Las nuevas iglesias carecían de frontones, acroteras y metopas, lugares idóneas para la colocación de estatuas y relieves y cuando había frisos tampoco estaban dorados.

Los cristianos tampoco tenían predilección por relieves que quedaron relegados a un segundo plano como los sarcófagos y la eboraria. Las paredes se dejaban lisas para luego decorarla con narraciones de la nueva religión. Los frescos  que decoraban los muros han desaparecido por completo, pero se usó una técnica alternativa: el mosaico que los romanos usaron en lugares donde el desgaste  o el agua lo requerían: suelos, fuentes y estanques. Son cubos de piedra de diferentes colores –teselas-para hacer sus mosaicos, con los cuales hacían un suelo muy fuerte, pero la gama de colores era bastante limitada.

Los artistas paleocristianos prefirieron un fondo abstracto, al principio un cielo azul radiante y posteriormente dorado, por su efecto trascendental.
Cuando se requería un paisaje o unos elementos arquitectónicos, éstos se reducían a vagas sugerencias o se esquematizaban.

El primer mosaico cristiano a gran escala es el que cubre la semicúpula del ábside de San Pedro, en Roma, utilizando teselas de mármol. El original se perdió con la destrucción de la basílica en el siglo XVI.

Cristo está en su trono, sentado en el centro, bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo el libro de los evangelios en la mano izquierda. Lleva barba y cabellos largos, y hay una serie de inscripciones  escritas en griego; el artista pudo ser de Constantinopla.

El cestón semicircular que hay encima del Cristo simboliza el tabernáculo celestial y a ambos lados crecen palmeras, simbolizando su victoria. Por debajo del trono fluyen los cuatro ríos del Paraíso, de los que beben los ciervos como símbolos del alma humana. (salmo42).

A ambos lados de la parte inferior aparecen dos ciudades, llamadas Jerusalén y Belén;las que doce ovejas que representan los doce apóstoles, se dirigen hasta el trono central sobre el cual aparece el cordero de Dios.
 Las dos ciudades fueron rehechas en el siglo XIII por el papa Inocencio III, quien añadió su figura y la de la iglesia romana, así como una serie de inscripciones en latín.




                                   Ábside de San Pedro. Roma.

Los primeros cristianos también usaron piezas de vidrio, y este sencillo cambio alumbró de pronto a todo un mundo nuevo de brillantes colores. Usaron muy bien el oro para  dar luz  e iluminar grandes superficies.
También este tipo de fondos se caracterizó en el arte bizantino y en el gótico de los primeros italianos.
Las teselas de vidrio se colocaban presionándolas un poco sobre el yeso blando, siguiendo los dibujos previos minuciosamente detallados.
Es precisamente la falta de exactitud de la técnica del vidrio dorado lo que hace que los fondos de oro de los mosaicos tengan un aspecto más resplandeciente que los de las imitaciones modernas, estrictamente uniformes.

El manuscrito iluminado.

La iluminación de los manuscritos, que eran los únicos libros existentes en Europa hasta el descubrimiento de la imprenta en el siglo XV, fue además de la decoración mural, el otro gran campo de expresión de pintura, según Hartt.

Los manuscritos egipcios estaban escritos en grandes rollos llamados rotuli y éstos habían sido adoptados por griegos y romanos. Los rotuli estaban enrollados sobre dos ejes y sólo se podían ver dos o tres columnas verticales en cada fase. Los griegos y romanos eran ilustrados cuando era muy necesario. Los cristianos eran las Gentes del Libro y siempre debían recurrir a la búsqueda de versículos y verificarlas relaciones proféticas entre libros con el Evangelio. También necesitaban libros para su liturgia y el rótulo no podía ser desplegado más que por nueve metros, por tanto cada obra griega o romana debía ser dividida en número de rotuli, es por eso que se comenzó a copiar versículos en tabletas finas, unidas entre sí por su parte posterior. Este material, cuyo nombre es  corrupción de Pergamon, que fue inventado en el siglo II a.c; consistía en pieles de animales jóvenes, especialmente de corderos, becerros y cabritos cuidadosamente raspados, lavados y secados hasta lograr una gran blancura, apto para conservarse en la múltiples liturgias.

Escultura

En el período paleocristiano se produjo poca escultura monumental y se conservan pocas obras. Se tallaron muchos sarcófagos de mármol.

El Sarcófago de Junio Basso, se hizo para un hombre que murió en 359.Se narran en él dos historias divididas en diez escenas, compartimentadas mediante pesadas columnas corintias cuyos fustes tienen estrías helicoidales, que sirven de apoyo a nichos, entablamentos y frontones, derivada del repertorio de la arquitectura teatral romana. De arriba abajo y de izquierda a derecha las escenas se leen así: El sacrificio de Isaac, el prendimento de Pedro, Cristo entronizado entre Pedro y Pablo, Cristo ante Pilatos,(ocupa dos compartimentos, Job en el estercolero, la tentación de Adán y Eva, la entrada de Cristo en Jerusalén, Daniel en la cueva de los leones y Pablo conducido al Martirio.

Las pequeñas figuras de pie o sentadas siempre presentan el mismo talante pacífico con independencia del apasionamiento de la narración bíblica.
El tema simbólico es pues, la victoria cristiana sobre el dolor y la muerte. En el compartimento central superior está Cristo triunfante sobre los cielos y la tierra.
En otros compartimentos Pedro y Pablo aparecen sin miedo frente a lo que les espera, tal como Cristo ante Pilatos. Adán y Eva representan la muerte a través del pecado. Cualquier cristiano instruido podía leer las escenas en cualquier orden y deducir el mismo significado y que la victoria sobre la muerte ya estaba anunciada en el Antiguo Testamento, que el hombre triunfará sobre la muerte, como no la temieron Pedro y Pablo.

En placas de marfil también se tallaron diversas escenas como las Tres Marías camino al sepulcro, la mañana del día de pascuas; la figura del Ángel que, plena de autoridad, anuncia que el señor ha resucitado y está relacionada visualmente con la de Cristo.
En la parte superior derecha en forma primitiva está la Ascensión del señor: Cristo asciende por la mano de Dios Padre, que aparece entre las nubes, mientras que los dos apóstoles aterrados se inclinan hacia la tierra.






Extraído: 
Hartt,F. (1989). Arte.Historia de la Pintura.Escultura-Arquitectura. Ed.Akal. Madrid.

La Pintura de las Catacumbas.


Los cristianos creían en la resurrección de los cuerpos, entonces prohibieron la cremación de los cuerpos y la utilización de columbaria (palomares) o cementerios para las clases bajas romanas, donde se guardaban las urnas en pequeños nichos y sintieron la necesidad de apartarse de los enterramientos paganos; fue entonces que compraron terrenos que pudieran excavar para hacer pasadizos entre las rocas en lugares alejados de la ciudad, a veces llegaron a tener cuatro o cinco niveles de profundidad para multiplicar espacio. Se excavaban nichos superpuestos para sarcófagos y de vez en cuando algunas capillas para ceremonias funerarias y servicios conmemorativos.
Se han encontrado allí sencillas pinturas del arte figurativo, hechas sobre el yeso extendido sobre la roca, por modestos artesanos que trabajaban casi en la oscuridad, con la ayuda de la luz de una lámpara, en un ambiente húmedo y pestilente. Muchas de las pinturas estaban situadas en los techos. Una de las más antiguas es la catacumba de Santa Priscila de Roma, data de la época de los emperadores Antoninos (siglo II).
Representa a cuatro hombres y tres mujeres en torno de una mesa- ya no se recuestan en triclinios- y está presente una jarra y platos con pan y simboliza el momento culminante del sacrificio eucarístico.
El estilo: expresa la profunda agitación del momento, la exaltación de los participantes y sus fervorosas miradas.



(Arriba) La partición del pan. Fresco. Finales del siglo II d.c. Catacumba de Santa Priscila. Roma.


El buen pastor. Techo pintado al fresco. Principios del siglo IV d.c. Catacumba de los Santos Pedro y Marcelino. Roma.

El círculo como una pequeña cúpula del Panteón, simboliza, la cúpula del cielo. En torno al círculo central  hay cuatro semicírculos unidos por bandas formando una cruz, símbolo cristiano; en el centro se halla la figura del buen pastor flanqueado por dos corderos a sus pies. No pretende dar una imagen fiel de su aspecto, pero aparece como joven, imberbe, que lleva un cordero sobre sus hombros, símbolo de Cristo que dijo: "soy el buen pastor; el buen pastor da la vida por sus ovejas” Juan 10:13

 No está el cuarto semicírculo, pero en uno  se narra la historia de Jonás: a la izquierda, se lanza al agua desde su barco; a la derecha es engullido por la ballena; en el inferior se halla debajo de la parra.
“y no habrá más signo que el signo de Jonás: porque de  la misma manera que estuvo Jonás tres días y tres noches en el vientre de una ballena, así estará el hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la tierra.” Mateo 12:39-40.

 El signo del profeta Jonás es la Cruz, entre cuyos brazos aparecen figuras de pie con los brazos abiertos, característico gesto de los orantes.
Las únicas narraciones bíblicas son judías en el interior de la sinagoga de Doura Europos, se encuentra Amán y Mardoqueo.


Amán y Mardoqueo, procedente de a sinagoga Dura Europos, Pintura mural, Hacia el siglo 250 d.c. Museo Nacional Damasco. Siria.
Ambas figuras se mueven  sobre un fondo plano sin indicación alguna de las líneas del suelo. Mardoqueo está de pie con el gesto propio del orador, con el brazo derecho proyectado hacia adelante y su cuerpo envuelto en los pliegues de una vestidura, que recuerda los de una toga.


Hartt,F. (1989). Arte.Historia de la Pintura.Escultura-Arquitectura. Ed.Akal. Madrid.

Arte Paleocristiano y Bizantino.

  
Los  primeros cristianos no tenían necesidad de ninguna clase de arte. Los apóstoles se dedicaron a predicar y a enseñar en casas, colinas, barcas, calles, plazas y templos.
Esta nueva religión tenía competidores, entre ellos los cultos llamados mistéricos, que habían tenido muchos seguidores incluso en la república romana. Algunos de los más importantes fueron: cultos a Dionisos, Isis, Cibeles, Atis y Mitra, la mayoría terminaba en ritos orgiásticos o en ceremonias sanguinarias, al contrario que en el cristianismo.

El cristianismo profesaba un sistema ético que gobernaba la conducta  del creyente en todos los aspectos de la vida diaria y la autoridad estaba en las Sagradas Escrituras, cuya autenticidad era aceptada a pesar de que existieron divergencias al respecto a hechos e interpretaciones específicas.
Rápidamente se convirtió en una religión corporativa, que creó una contra-cultura dentro del estado romano.
Quemar incienso ante la estatua del emperador era común, pero para  los cristianos eso era anatema y por ello a los romanos les pareció una amenaza la fe cristiana.          
La persecuciones más sistemáticas que el cristianismo debió padecer fue la de Decio (249-251) y la de Dioclesiano (303-305) poco antes del Edicto de Milán en 313.

La celebración cristiana consistía en una celebración de la Eucaristía como ritual perpetuación del sacrificio de Cristo. La ceremonia incluía plegarias, lectura de pasajes bíblicos, y sermones a cargo de los sucesores e los Apóstoles. Era esencial un comedor y los primeros cristianos usaron el triclinio romano.

El triclinio generalmente  estaba situado en el piso superior, en “la habitación de arriba” que mencionan los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles. El cristianismo en principio fue destinado a los humildes, a los quienes se trató de apartar de los sangrientos espectáculos de los anfiteatros.

Hacia el siglo III, estaba fijada la estructura de la misa y la presidían los episkopoi  cuyos requerimientos se detallan en 1Timoteo 3.

Se mantuvo una clara distinción entre los catecúmenos (los que estaban recibiendo formación), que consistía en la lectura de las Epístolas, Evangelios, plegarias e himnos (hoy el ordinario de la misa); llegado el momento de la Eucaristía se le pedía a los catecúmenos para que salieran, pudiendo quedarse en una habitación vecina, desde la que podían oír pero no ver.
No se utilizaba ningún altar, sino mesas. Una para recibir la Eucaristía y otra para las ofrendas, normalmente en especie.

El Arte Cristiano Primitivo.
La casa- iglesia.

El edificio dedicado exclusivamente a la liturgia de la Eucarístía- domus ecclesiae (casa de la iglesia).El más antiguo conocido  se halla en Doura Europos, Siria. Es una casa griega corriente con peristilo, algo reformada para los fines cristianos y constaba de una habitación para los catecúmenos, una biblioteca y una sacristía. Se cree que no pudo albergar más que a sesenta personas y carecía de carácter arquitectónico, si contuvo obras de arte han desaparecido.



Había un dosel para la cátedra episcopal por lo que debía tener la consideración de catedral.

El baptisterio de Dura Europos contenía pinturas murales modestas.



El martyrium.

El martyrium era otro tipo de edificio cristiano pero se construía  sobre la tumba de un mártir o empleado como cenotafio para conmemorar a un mártir cuyo cuerpo estaba enterrado en otra parte. El más conocido es el escavado bajo la basílica de San Pedro de Roma, los cristianos creían que era la tumba de San Pedro.


Texto extraído de :

Hartt,F. (1989). Arte.Historia de la Pintura.Escultura-Arquitectura. Ed.Akal. Madrid.

  Material para comenzar las clases de economía ¿ Qué es la Economía?