Los cristianos creían en la resurrección de los cuerpos,
entonces prohibieron la cremación de los cuerpos y la utilización de columbaria
(palomares) o cementerios para las clases bajas romanas, donde se guardaban las
urnas en pequeños nichos y sintieron la necesidad de apartarse de los
enterramientos paganos; fue entonces que compraron terrenos que pudieran
excavar para hacer pasadizos entre las rocas en lugares alejados de la ciudad,
a veces llegaron a tener cuatro o cinco niveles de profundidad para multiplicar
espacio. Se excavaban nichos superpuestos para sarcófagos y de vez en cuando
algunas capillas para ceremonias funerarias y servicios conmemorativos.
Se han encontrado allí sencillas pinturas del arte
figurativo, hechas sobre el yeso extendido sobre la roca, por modestos
artesanos que trabajaban casi en la oscuridad, con la ayuda de la luz de una
lámpara, en un ambiente húmedo y pestilente. Muchas de las pinturas estaban
situadas en los techos. Una de las más antiguas es la catacumba de Santa
Priscila de Roma, data de la época de los emperadores Antoninos (siglo II).
Representa a cuatro hombres y tres mujeres en torno de una
mesa- ya no se recuestan en triclinios- y está presente una jarra y platos con pan
y simboliza el momento culminante del sacrificio eucarístico.
El estilo: expresa la profunda agitación del momento, la
exaltación de los participantes y sus fervorosas miradas.
(Arriba) La
partición del pan. Fresco. Finales del siglo II d.c. Catacumba de Santa
Priscila. Roma.
El buen pastor.
Techo pintado al fresco. Principios del siglo IV d.c. Catacumba de los Santos
Pedro y Marcelino. Roma.
No está el cuarto semicírculo, pero en uno se narra la historia de Jonás: a la izquierda, se lanza al agua desde su barco; a la derecha es engullido por la ballena; en el inferior se halla debajo de la parra.
“y no habrá más signo que el signo de Jonás: porque de la misma manera que estuvo Jonás tres días y tres noches en el vientre de una
ballena, así estará el hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la
tierra.” Mateo 12:39-40.
El signo del profeta Jonás es la Cruz, entre cuyos brazos aparecen figuras de pie con los brazos abiertos, característico gesto de los orantes.
El signo del profeta Jonás es la Cruz, entre cuyos brazos aparecen figuras de pie con los brazos abiertos, característico gesto de los orantes.
Las únicas narraciones bíblicas son judías en el interior
de la sinagoga de Doura Europos, se encuentra Amán y Mardoqueo.
Amán y Mardoqueo,
procedente de a sinagoga Dura Europos, Pintura mural, Hacia el siglo 250 d.c.
Museo Nacional Damasco. Siria.
Ambas figuras se mueven sobre un fondo plano sin indicación alguna de
las líneas del suelo. Mardoqueo está de pie con el gesto propio del orador, con
el brazo derecho proyectado hacia adelante y su cuerpo envuelto en los pliegues
de una vestidura, que recuerda los de una toga.Hartt,F. (1989). Arte.Historia de la Pintura.Escultura-Arquitectura. Ed.Akal. Madrid.
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