Los edificios más significativos de la arquitectura islámica son las mezquitas, o templos para la oración y las celebraciones religiosas; los palacios de los emires y califas y también las madrasas o centro de estudio del Corán.
Las mezquitas (masyid)
Como eje de la cultura islámica, las mezquitas reciben un tratamiento bastante homogéneo y singular que sigue el modelo de la residencia de Mahoma en Medina. Son por norma general, arquitrabadas y de una sola planta cuadrada ( puesto que se toma el cuadrado como símbolo de la fortaleza del islam) estructurada en varias zonas:El patio de acceso (sahn) está habitualmente rodeado por una arquería y en su zona central se dispone una fuente cubierta con un temple para realizar las abluciones (sabil), ya que es necesario lavarse antes de entrar a la mezquita. En el patio también se encuentra el alminar o minarete, una torre de planta circular o geométrica que adosada a uno de sus lados, servía para que el almucín llamara a los fieles.
Elemento importante es el muro de la quibla orientado hacia La Meca, en donde se abre un gran nicho (mihrab) y el púlpito (minbar) muy decorado, desde donde el imán o director de la oración pronuncia su sermón.
La sala de la oración (haram ) es una zona cubierta que se divide en varias naves dirigidas perpendicularmente al muro de la quibla, denominada maxura, a la que sólo podían acceder personalidades destacadas.
La arquitectura civil.
Los palacios musulmanes, solían tener una estructura cuadrangular amurallada que delimitaba la zona residencial del mundo exterior. En el centro de dicha estructura se disponía un patio a partir del cual se organizaban las diferentes dependencias.
Tienen tres zonas bien diferenciadas: el mexuar o recibidor; las dependencias destinadas a fiestas y actos públicos, entre las que se destaca la sala del trono (diwan), sobre el que se disponía una gran cúpula, símbolo del islam y el harén o zona íntima donde vive el señor con sus esposas.
En lo que respecta a la vivienda musulmana convencional, en especial, las casas que conforman el tejido urbano, también se organizan en torno a un patio central. Concebidas para el recogimiento y la intimidad, normalmente ofrecen poca comunicación con el exterior, a veces tan solo unos balcones volados, de madera, cerrados con celosías, asoman afuera. Se adaptan a sus diferentes usos en relación con la climatología, el número de invitados, etc, por lo que requieren un mobiliario muy ligero y un carácter dinámico en su disposición, acordes con su espíritu nómade.
La decoración de la arquitectura.
Hay un rasgo típico de la arquitectura musulmana y es el enorme contraste entre la austeridad del exterior y la profusión de la decoración interior de sus edificaciones.
La decoración, abundante, lujosa y rica, se expande en yeserías, mármoles, mosaicos y pintura. Sus motivos preferidos son las formas geométricas las epigráficas y las vegetales estilizadas (aturique).
Existen pues, decoraciones caligráficas, que reproducen pasaje del Corán pero también hay narraciones de gestas de los príncipes que explican la función del edificio.
No comments:
Post a Comment