Historiando con Tulio: Arte Bizantino

Arquitectura:

La arquitectura Bizantina aparece ya formada en el siglo VI, en tiempo de Justiniano. Sus características esenciales son el empleo de la cúpula con pechinas, que recibe de Oriente y del ladrillo, como material constructivo. La columna con capitel cúbico, en forma de pirámide truncada invertida, con decoración vegetal de fuertes efectos lumínicos por su talla a bisel. La decoración rica y suntuosa, a base de pinturas murales o mosaicos, en los que abundan las tesellas de oro.

Al primer periodo – siglo VI- corresponde la obra de la iglesis de Santa Sofìa de Constatinopla, construida entre 532 y 537 por Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, de planta cuadrada con gran cúpula central de 31 metros de diámetro y 55 de altura, sobre pechinas, horadada en su parte inferior por una corona de ventanas. Se contrarresta por la parte del ábside y atrio por dos grandes exedras, cuartos de esfera, que a su vez lo están por otros más pequeñas y a los lados por dos enormes estribos.

Contemporáneas son: La iglesia de las santos Sergio y Baco, San Vital, de Rávena; la de Santa Irene.

En el segundo período (siglos IX-XII) se caracteriza la colocación de un tambor sobre el cual descansa la cúpula, realzándola y prestando al conjunto un aspecto más ligero.

En Venecia se conserva la Iglesia de San Marcos, comenzada en 1063 y consagrada en 1095.

También corresponde al período la iglesia de Santa Sofía de Kiev.

El tercer período (siglos XIV y XV) atañen fundamentalmente a la decoración y fundamentalmente a la pintura. Un ejemplo es la iglesia de los Santos Apóstoles, en Salónica.

Escultura

Su interés fundamental estriba en la influencia que ejerció, en especial en su aspecto iconogáfico, en la escultura de occidente europeo. Las obras son escasas, ya que las feroces luchas iconoclastas impidieron su normal desarrollo y destruyeron gran parte de lo poco que hizo.

Los mejores ejemplares conservados son los relieves de las pequeñas placas de marfil, bien sueltas o agrupadas formando dípticos o trípticos.

De la primera edad de oro la obra capital es la Cátedra de Maximiano, en Rávena, en marfil con múltiples relieves.

A partir del siglo IX la iconografía se enriquece con nuevas composiciones del ciclo evangélico y de la vida de la Virgen.

Algunos ejemplos son: la consagración del emperador y la emperatriz en el que aparece jesús poniéndoles las manos a las cabezas coronadas de ambos; y los del ciclo de las Doce Fiestas.( Anunciación, Natividad, presentación, Bautismo,. Transfiguración, Resurrección de Lázaro, entrada en Jerusalén, Cruxifición , Bajada al infierno, Ascensión, Pentecostés, y Muerte de la Virgen. ) que vemos en la esteatita de la catedral de Toledo.

Mosaicos y Pinturas

Los mosaicos son sustituidos más adelante por la pintura mural en las iglesias más pobres.

El del grupo de Rávena son los mejores conservados siendo del primer período, en san Vital, se hallan los mosaicos representando a Justiniano.

En el segundo período toman temas más dogmáticos y litúrgicos en su colocación. Cada tema ocupa un lugar fijo en el templo.

La evolución de la pintura bizantina puede seguirse a través de los numerosos manuscritos conservados. A la primera edad de oro corresponden unos de tradición alejandrina, helenística, con fondos de paisaje, como el génesis de Viena, el Josué del Vaticano y otros con fondo de oro, casi sin paisaje.

La pintura mural anterior al siglo XIV es escasa. En este siglo corresponde la escuela de Macedonia, que se distingue por el carácter realista y dramático de las composiciones, dispuestas en largos frisos, del que hay ejemplos en las iglesias servias y rusas principalmente.

http://www.educacion.gob.es/exterior/centros/colegiorabat/es/departamentos/mates/pechinas.pdf

Pirámide Truncada Invertida

La tesela es una pequeña pieza de piedra, terracota o vidrio coloreado que se utiliza para confeccionar un mosaico. La palabra proviene del latín tessella que, a su vez, procede del término griego τεσσερες.

Los romanos elaboraban los mosaicos con estas pequeñas piezas llamadas teselas, de ahí que se refiriesen a ellos también como opus o ars tessellatum. Las teselas son piezas de forma cúbica, hechas de rocas calcáreas o materiales de vidrio o cerámicas, muy cuidadas y elaboradas y de distintos tamaños. El artista las disponía sobre la superficie, como un puzzle, distribuyendo el color y la forma y aglomerándolas con una masa de conglomerante.